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Publicado el 19 Dec 2023
El clima es un factor que puede afectar el estado de ánimo de las personas de diversas maneras. Los cambios en la temperatura, la humedad, la luz solar, la lluvia, la nieve y el viento pueden tener un impacto en cómo las personas se sienten y se comportan.
La falta de luz solar durante los días nublados puede aumentar los niveles de melatonina en el cuerpo, lo que puede causar somnolencia o fatiga. La lluvia y el clima frío pueden hacer que las personas se sientan deprimidas y ansiosas, mientras que los días calurosos y húmedos pueden provocar irritabilidad y cansancio.
Existe un cuadro conocido como Trastorno Afectivo Estacional, que describe la propensión a padecer desordenes afectivos -fundamentalmente de naturaleza depresiva- durante los períodos de otoño e invierno. No obstante, fuera del contexto psicopatológico, la gran mayoría de la población experimenta disminución de la energía, cansancio, aumento del apetito y otras variables en estos períodos del año.
El trastorno afectivo estacional, es un tipo de depresión que va y viene con las estaciones. Por lo general, comienza a finales de otoño y principios del invierno y desaparece durante la primavera y el verano. Algunas personas tienen episodios de depresión que comienzan en la primavera o el verano, pero eso es mucho menos común. Los síntomas pueden incluir: