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Publicado el 15 Jul 2024
Todos los miembros de la nueva familia desarrollan su madurez para adaptarse a una nueva situación en la que pueden y suelen surgir complicaciones en la convivencia, sobre todo al comienzo, en la actualidad, este modelo de familia se refiere a aquellas parejas en las que, al menos, una de las personas proviene de un divorcio o de una ruptura de pareja y una de ellas, o ambas, tienen hijos e hijas de una relación anterior. La sociedad cambia, la organización familiar se transforma, cada día son más habituales estas familias en nuestro entorno.
Por ello, la convivencia puede no ser sencilla y a menudo surgen conflictos derivados de la escasa identificación de los miembros con este modelo de familia, que funciona más bien como una constelación de hogares.En el interior de este tipo de familias se generan emociones y situaciones impensables en una familia tradicional. Muchos de sus sentimientos y reacciones particulares son normales dentro de la estructura familiar reconstituida. Por otra parte, hoy sabemos que la funcionalidad de una familia no depende de su configuración, sino de la calidad de las relaciones entre sus miembros.
Si no se ha terminado el duelo, no hay espacio para una nueva familia. Y debemos tener en cuenta que un duelo por muerte, no complicado, dura al menos un año, y que el duelo en el divorcio generalmente tiene una duración mayor.Es de vital importancia organizarse bien, sobre todo la nueva pareja ha de llegar a buenos acuerdos financieros y de vivienda para no añadir más estrés a la “nueva familia”. Además, es igual de importante formar un “buen equipo como pareja”, que haya buena comunicación y que se establezcan los roles claros de cada uno desde el principio.